Pacto Nacional 10 de junio

Pacto Nacional 10 de junio

jueves, 30 de junio de 2011

Carta del Secretario General de Amnistía Internacional a Calderón sobre las desapariciones forzadas

El presidente mexicano debe investigar la desaparición forzada de personas detenidas por la Marina

El presidente de México no debe tolerar que las fuerzas armadas cometan abusos contra los derechos humanos.
El presidente de México no debe tolerar que las fuerzas armadas cometan abusos contra los derechos humanos.
© Associated Press

28 junio 2011
Felipe Calderón, presidente de México, debe abrir de inmediato una investigación civil independendiente sobre el paradero de al menos seis personas que fueron detenidas a principios de junio por la Marina mexicana, ha declarado hoy Amnistía Internacional.

En una carta pública dirigida al presidente, Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, hizo referencia a los testimonios de testigos y las fotografías de la presunta desaparición forzada de al menos seis hombres entre los días 1 y 5 de junio en Nuevo Laredo, junto a la frontera con Estados Unidos, en el estado de Tamaulipas.

“Ya han pasado casi cuatro semanas y seguimos sin saber nada del paradero de estos hombres o del motivo por el que la Marina los detuvo”, ha manifestado Javier Zuñiga, asesor especial de Amnistía Internacional.

“Como comandante en jefe de las fuerzas armadas de México, la cadena de mando llega hasta el presidente Felipe Calderón. Fue él quien ordenó a las fuerzas armadas que intervinieran para hacer frente a la delincuencia organizada y es responsable, en última instancia, de todo abuso contra los derechos humanos que se cometa.”

“El presidente debe asegurarse de inmediato de que se determina el paradero de estos hombres y que el sistema de justicia civil mexicana hace rendir cuentas a los responsables de su desaparición forzada.”

Entre los desaparecidos se encuentran José Fortino Martínez, José Cruz Díaz Caramillo, Joel Díaz Espinoza, Martín Rico García, Diego Omar Guillen Martínez y Usiel Gómez Rivera.

En cuatro de los casos, personal uniformado de la Marina se llevó a los hombres de sus domicilios en vehículos oficiales. En otro caso, los familiares siguieron al convoy militar hasta la entrada de una base militar cercana.

Familiares de los hombres detenidos han declarado que unos oficiales los interrogaron sobre posesión de drogas y armas, pero no les mostraron la orden de detención ni les dieron ninguna explicación del motivo por el que habían detenido a sus familiares.

Una ONG de derechos humanos de Nuevo Laredo ha recibido este mes denuncias de otras ocho desapariciones forzadas, pero los familiares de las víctimas están demasiado asustadas para presentar una denuncia formal. 

Las autoridades navales siguen negando toda participación en las desapariciones.

Pese a las denuncias presentadas ante las autoridades locales y nacionales, sigue sin conocerse el paradero y la suerte que han corrido los detenidos. Según familiares de estos hombres, la investigación abierta por la Procuraduría General de la República apenas ha registrado ningún avance.

México se ha sumado a diversos tratados internacionales para poner fin a la desaparición forzada, una grave violación del Estado de derecho que puede constituir un crimen de lesa humanidad.

“México se enfrenta a una complicada situación en materia de seguridad, pero eso no debe servir nunca de pretexto para que las autoridades del gobierno cometan o hagan caso omiso de graves violaciones de derechos humanos”, ha dicho Javier Zuñiga.

“El presidente Calderón debe transmitir con toda claridad y rotundidad el mensaje de que no se tolerarán las desapariciones forzadas y otras violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas armadas mexicanas.”

Más información

Amnistía Internacional pide a México que investigue desapariciones de hombres detenidos por la Marina (comunicado de prensa, 17 de junio de 2011)

No me arrepiento del abrazo a Calderón; eso no nos iguala: Sicilia

No me arrepiento del abrazo a Calderón; eso no nos iguala
Se siente incomprendido por la lluvia de críticas que ha recibido
Aunque se va a intentar desvirtuar la esencia del diálogo, no podemos dejar de acudir, porque sería alimentar la violencia. Nosotros estamos por encima del Presidente porque somos víctimas. Quiero hablar al corazón de ese hombre, que en un gesto de descortesía atroz nos manoteó en la mesa, señala
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Con el golpe que me tocó a mí empezó la visibilidad de los no escuchadosFoto Cristina Rodríguez
Blanche Petrich
 
Periódico La Jornada
Jueves 30 de junio de 2011, p. 10
El poeta Javier Sicilia no niega que el del Castillo de Chapultepec fue un diálogo de sordos entre el Ejecutivo y las víctimas de la violencia, al menos en cuanto al cambio en la estrategia de seguridad que estamos exigiendo.
Pero no admite que sea un fracaso para el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que él encabeza. Ni una claudicación. Logramos romper el monólogo del poder, y ese es un primer paso en un proceso que seguramente va a ser muy largo.
El escritor reconoce que en el entorno del gobierno calderonista se va a manipular el contenido de estos acercamientos y se va a intentar desvirtuar la esencia del proceso. Pero no por eso podemos dejar de acudir. Negar el diálogo es alimentar la violencia, polarizar al país más de lo que ya está.
Ha transcurrido una semana del encuentro cara a cara entre el Ejecutivo –el presidente Felipe Calderón y su núcleo duro del gabinete de seguridad– y un grupo representativo de 23 familiares de asesinados y desaparecidos en el contexto de la guerra contra el crimen organizado declarada por el gobierno federal. Y el efecto mediático y político tiene perplejo a este hombre que nunca pretendió ser líder de nada.
Antes de ser golpeado por el homicidio de su hijo de 24 años él se dedicaba, como oficio, a construir endecasílabos (el último que escribió empieza así: El mundo ya no es digno de la palabra...). Escribía. Analizaba la realidad desde sus convicciones de cristiano progresista, inspirado por Mohandas Gandhi y Martin Luther King. Hasta que, a finales de marzo, el camino de Juan Francisco, su Juanelo, se cruzó con unos sicarios. El crimen lo lanzó a encabezar una de las movilizaciones ciudadanas más notables de los últimos años.
A estas alturas, Sicilia se siente incomprendido por la lluvia de críticas que ha recibido, principalmente de las izquierdas, con quienes se identifica mucho más que con los sectores conservadores que hoy lo alaban. Entre otros epítetos, le han llamado títere de Calderón y traidor. Claudicante también. En contraste, el poder y la derecha –con la que antagoniza– elogian anticipadamente su voluntad de pactar.
Para el poeta, es incomprensible que, entre cientos de imágenes que se sucedieron el 23 de junio, a lo largo de las tres horas que duró el encuentro en el alcázar, se destacara una sola: la del abrazo con Calderón. No me arrepiento de haberlo abrazado, porque quiero hablarle al corazón de ese hombre; aunque él nos haya manoteado en la mesa, en un gesto de descortesía atroz. Pero ese abrazo no nos iguala. Nosotros estamos por encima de él, porque somos víctimas. Sus funcionarios y sus propagandistas tergiversan lo que ahí sucedió. Ellos tienen el poder y la fuerza...pero no la razón.
Desde que regresó de la caravana –casi 4 mil kilómetros recorridos– sus días se consumen entre reuniones en corto con amigos y críticos; en asambleas y consultas con sus antiguos y nuevos compañeros de ruta; en idas y venidas de Cuernavaca a la ciudad de México, siempre custodiado por policías que asignó el gobierno morelense para su seguridad. Desde aquel viaje pavoroso de regreso de Filipinas (donde se encontraba cuando recibió la noticia de la muerte de su hijo) hasta la fecha no he podido retomar mi vida, mi rutina, mi trabajo cotidiano. No sé hasta dónde me va a llevar este vuelco.
No voy a volver a permitir el detector de metales
Por el momento, su trabajo tiene un plazo: la siguiente reunión con el Ejecutivo, dentro de tres meses. Tengo dos cosas claras. No quiero cambio de sede; es importante que se haga en el Museo de Antropología. Y no voy a permitir que a las víctimas nos pasen por el detector de metales. A los secretarios de Estado no los hacen pasar por ahí, ¿verdad? Pues a nosotros, menos. Hemos demostrado ser intachables, limpios. No vamos a permitir que nos traten como sospechosos. En el Castillo de Chapultepec cometí el error de permitir esa grosería.
Gandhi y el mariscal Smuts
Un amigo de larga data de Sicilia –más que amigo, maestro– acaba de advertirle: No conozco a nadie que vaya tan en cueros a meterse a la boca del lobo como usted lo hizo. Al hombre le cala lo dicho, se nota. Tal vez por eso, al arrancar la entrevista con La Jornada, cuenta lo que en el momento de sentarse a la mesa del alcázar le pasó por la mente.
“Me puse a imaginar cómo sería aquel encuentro de Mohandas Gandhi con el mariscal de los boers, el sudafricano Jan Christian Smuts, en Pretoria, en 1914, cuando ambos se sentaron a negociar la ley marcial que confinaba a los inmigrantes hindúes (el antecedente del apartheid)”. En ese episodio de la historia, el pacifista le regaló al militar segregacionista unas sandalias que había hecho en prisión. Sicilia le entregó a Calderón no sandalias, sino un escapulario, uno de los muchos que las víctimas le entregaron en el camino. A la larga, Smuts traicionó el acuerdo con Gandhi, pero éste nunca depuso su doctrina de resistencia pacífica mediante la desobediencia civil.
–A muchos observadores y analistas les está costando trabajo entender y aceptar este movimiento, surgido apenas hace tres meses y que ya ocupa tanta atención.
–Porque es complejo, creo. Es una formación espontánea que hereda mucho del zapatismo, desde lo moral, aunque no es igual. El zapatismo, con el que yo me identifico muchísimo, es una construcción lenta, de muchos años. Esto fue casi un relámpago. Lo generan varios actores que no estaban en la escena política, pero que desde hace muchos años hacen política en la sombra; gente que viene de la lucha por derechos humanos, de la teología de la liberación, de la cultura. Ni siquiera fui yo quien lo inició. La articulación del movimiento a partir de la muerte de mi hijo empieza incluso antes de que yo pudiera regresar de Filipinas.
“No es que este asesinato fuera diferente a los miles de crímenes anteriores. Fue tal vez la gota que derramó el vaso, porque tocó a un sector, el de la cultura, que no había sido tocado. Habían sido muy golpeados la franja de los segregados, los que nadie pela. O la de los empresarios. Pero esta vez me toca a mí el golpe. Ojalá que no hubiera sido así, ojalá que a nadie le tocara, que no le toque a nadie más. Pero entonces empieza a suceder algo que no había pasado todavía: la visibilidad de los invisibles, de las víctimas no escuchadas, de los familiares que por temor, por desprecio, por soledad, por marginación, no habían podido encontrar la coyuntura para ser nombrados.
Así se vio toda la podredumbre de las instituciones. Y esto ocurre en un momento histórico que ya no se parece a la época de Díaz Ordaz, cuando el Ejecutivo era todopoderoso. No, estas son las épocas de Calderón, un presidente obcecado en su estrategia de seguridad, pero débil, que enfrenta a una República en la que los gobernadores son reyes en su territorio y con un Poder Judicial que ha abonado a la impunidad en una forma atroz.
–¿Cómo siente la reacción de la izquierda partidista, del movimiento de Andrés Manuel López Obrador, frente a estas movilizaciones? ¿Cercanos, distantes?
–Respetuosos. Nos hubiera gustado que se involucraran más.
Nadie puede negar nuestra legitimidad
Después del sismo del 85, pero también bajo el influjo de las revoluciones en Centroamérica, un grupo de poetas mexicanos iniciaron en 1986 una revista de y para la poesía. Sicilia participaba. De ahí nació una colección de ediciones modestas que se llamó Los cuadernos de la orquesta, que dirigió Eduardo Vázquez. Uno de esos libros, La revelación de los días –Sicilia y el potosino Tomás Calvillo fueron los autores– bordaba sobre los principios filosóficos de Gandhi, Lanza del Vasto, Luther King, incluso la madre Teresa de Calcuta. Y Salvador Nava, en pie de lucha contra el caciquismo del PRI. Puro pacifismo. Algo que, admite Sicilia, no es demasiado familiar en la cultura política de los sectores progresistas de México.
–¿Será por eso que a algunos sectores les cuesta trabajo comprender ese pensamiento?
–Hay una fuerza moral detrás de nosotros. Nadie puede negar nuestra legitimidad. Nadie puede cuestionar la veracidad de lo que grita este movimiento. Nadie puede reclamar que gritemos nuestro dolor y nuestros agravios. Nadie puede desmentir este fondo que desnuda al poder en todos los sentidos. Nuestra base es muy plural: están los empresarios, pero también los de Atenco, los familiares de las víctimas pero también los estudiantes, los intelectuales, los trabajadores despedidos.
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El poeta Javier Sicilia durante la entrevista con La JornadaFoto Cristina Rodríguez
–Esta fuerza acumulada también representa un capital político que puede ser aprovechado con otra intención...
–Hay de todo. Esa es precisamente nuestra fuerza y nuestra debilidad. Por ejemplo, lo que vivimos en Ciudad Juárez (donde culminó la caravana, el 11 de junio). Hubo grupos que subieron otras agendas a las asambleas y que nos pusieron en riesgo de perder de vista el reclamo de las víctimas a cambio de exigir un juicio político contra Felipe Calderón o demandar la salida del Ejército de manera irresponsable. Eso desviaba la atención de nuestro objetivo primordial. A eso le dijimos no. Defendimos los seis puntos de la marcha del 8 de mayo porque no nos los sacamos de la manga, fueron producto del consenso con organizaciones que han trabajado, como muchos sectores de la sociedad. Todos quieren utilizarnos, los partidos, el Ejecutivo, los poderes.
Lo importante es no perder de vista que la base del movimiento es el dolor de las víctimas, porque si lo hacemos vamos a entrar a una lógica, a una narrativa que ya conocemos, a una disputa ideológica. Y eso no es lo que queremos.
–Cuando se habla de los de Juárez se cae en la descalificación, se les señala como los extremistas. El movimiento social en Juárez también tiene una identidad, una historia de resistencia.
–Juárez, tan dolido, tiene sus particularidades. Nosotros defendemos lo que quieren los juarenses, pero si Juárez necesita la retirada del Ejército de las calles, que se haga ahí. Como demanda nacional no es una cosa que se pueda discutir y decidir en tres horas. Lo que estamos discutiendo es la estrategia de seguridad nacional, caso por caso, estado por estado. Ese fue el problema de la mesa de la militarización. Ahí se expresó claramente la idea de otros lugares, por ejemplo, los de Cherán, en Michoacán, que dijeron muy claramente que en lo inmediato no quieren la salida del Ejército, lo mismo que los grupos que llegaron de Tamaulipas.
“No hubo consenso. Mi obligación moral era decirles: ‘pues no es así, señores’. Ahora nos acusan de traición. Nosotros pensamos que traición sería permitir la imposición”.
El debate ciudadano sobre el Ejército apenas empieza
–El tema del papel del Ejército casi no se debate en México. Siempre fue tabú, tanto para la clase política como para el movimiento social. ¿Cree que ahora la sociedad ha empezado a analizar y debatir sobre las fuerzas armadas?
–Creo que sí; quisiera que sí. Pero los diálogos son largos y éste apenas lleva tres meses. Y tenemos cuatro años y medio de ver al Ejército en las calles de esta manera, de sufrir esta descomposición. Antes de sacar acuerdos debemos debatir y analizar con mucha claridad y profundidad. Sabemos que al meter al Ejército al combate contra el narcotráfico hubo omisiones muy graves por parte del gobierno. Dio a los cárteles carácter de parte beligerante, de ejército regular, lo que es un equívoco fundamental, gravísimo. Además, eludió al Congreso, que por derecho constitucional debe aprobar o vetar la participación de las fuerzas armadas en esas funciones. El Ejército ya está ahí, ya se cometieron todas las barbaridades. ¿Hay que regresarlo a los cuarteles? Yo creo que sí. El problema es cómo.
–¿Y cómo?
–No lo sé. Nos falta hacer una radiografía muy fina sobre el problema, como la que estamos haciendo con las víctimas. Apenas estamos empezando. No podemos tomar decisiones sobre temas tan delicados sin pensarlo bien. ¿Cómo vamos a ir sacando al Ejército? Hay que mirar experiencias interesantes de autodefensa y discutirlas para que se puedan aplicar en más lugares, para que puedan ser aceptadas. Es verdad que una parte de la izquierda ya empezó ese debate, y esa misma izquierda es la que ahora me dice: no vayas a los diálogos con el gobierno.
–¿Quiénes son?
–Ciertas fracciones. Los mismos de Juárez nos dijeron: no vayan al diálogo con Calderón porque los va a traicionar. Y sí, hay traición a la palabra, lo sabemos. En Chiapas los diálogos de San Andrés Larráinzar entre el gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) fueron traicionados (durante el gobierno de Ernesto Zedillo). A pesar de ello, hoy son los mismos zapatistas quienes nos dicen: vayan, tienen que pasar el trámite. No podemos dejar de acudir a los diálogos.
–¿Y qué se logró en el alcázar?
–Hay un plazo y cosas que hacer en estos tres meses.
Vamos a demostrarle a Calderón que sigue de necio
–¿Diálogo de sordos?
–Sí lo fue, en cuanto a la estrategia de seguridad. El Presidente no se movió de su posición. Al próximo diálogo vamos a ir con expertos a discutir las estrategias, a demostrarle a Calderón que hay alternativas y que él sigue de necio.
–¿No cree que el gobierno de Calderón tiene su propio cálculo, que tiene otras intenciones, incluso de cooptación?
–De cooptación no creo. A ninguno de nosotros nos va a cooptar con puestos, con dinero. Pero sí intentan tergiversar, desvirtuar el movimiento.
El papá del ajedrecista
Son muchas las instantáneas que guarda Sicilia en la memoria de lo ocurrido el jueves, hace una semana, en el alcázar. Como el rostro ajado de Roberto Galván, de Monterrey –comenta–, un hombre ya mayor que participó en la caravana. Hace años busca a su hijo Roberto Galván Llep, un ajedrecista que fue levantado por la fuerza pública durante un operativo en una plaza, y nunca más supo de él. Años de ser un cero a la izquierda frente al Ministerio Público, de ser ninguneado y humillado por la procuraduría estatal. Y de pronto, en Chapultepec, la esposa del presidente, Margarita Zavala, se le acerca, le habla, le da su número de celular y le dice: Para lo que se le ofrezca. La esperanza resplandeció en su cara.
–¿No es muy cruel, un gesto trivial frente a la impunidad absoluta?
–Mira, cuando pasamos por Monterrey, a las 12 de la noche, después del mitin, fuimos a ver al procurador estatal. Llevamos nueve casos; lo sentamos frente a las víctimas y lo emplazamos: ¿Por qué no hay solución? Algunos casos llevan tres, cuatro años sin ningún avance. Don Roberto era uno de ellos. ¿Cómo no entender que este hombre sienta por primera vez una esperanza? La señora María Elena Herrera, de Michoacán, buscando como loca en varios estados a Jesús, a Raúl, a Gustavo, a Luis Armando, sus cuatro hijos desaparecidos. Le dicen: véngase a Los Pinos, la vamos a ayudar. ¿Cómo negarles esa rendija de esperanza? No se está haciendo justicia, desde luego, pero esos padres viven el infierno desde que les desaparecieron a sus hijos. Si alguien les dice: al menos te voy a decir dónde está, ¿cómo negarles esa mecha de luz? Eso es lo que no pueden ver los ideologizados de cualquier signo. Yo, sólo por ver que atrajeron el caso de María Elena Herrera, cuyo dolor no me es imaginable, considero que el recorrido de los 3 mil kilómetros valió la pena. Sólo por eso.
–¿Es este un movimiento político?
–Es de lo mejor de la política. Es la vida de la polis, la ciudad, en el sentido humano de la palabra, sin intereses partidistas; es el rescate de la relación entre seres humanos.
–¿Cuáles son los pendientes más inmediatos?
–Todos lo son, pero el tema de las indemnizaciones es importante. Las familias con un hijo muerto, con un padre muerto, no sólo se destruyen anímicamente, sino que se arruinan en lo económico. Por eso es importante revisar el fondo de víctimas. Si hay que ampliarlo, hay que ampliarlo. Por eso la importancia de visibilizar qué le pasó al asesinado, al desaparecido; cómo pasó, investigar, determinar si es inocente o no. Y si lo es, se indemniza, se apoya, se restituye el honor. Si no es inocente, hay que ver qué parte del tejido social se está desgarrando, dónde está lo que estamos dejando de hacer para producir criminales.
–En tres meses, en un siguiente encuentro ¿cómo cree que va a encontrar estos temas?
–Vamos a exigir resultados. Y vamos a volver a exigir el cambio de la estrategia de seguridad, no vamos a quitar el dedo del renglón.

http://www.jornada.unam.mx/2011/06/30/politica/010e1pol

martes, 28 de junio de 2011

Primera intervención de Javier Sicilia en el Diálogo por la Paz, 23 de junio de 2011

Ciudad de México • Buenos días señor Presidente, señora Primera Dama, señora Procuradora, señores secretarios de Estado y demás servidores públicos que lo acompañan, buenos días compañeros de viaje, buenos días a quien nos escuchan y ven, antes de empezar este diálogo quiero leerles unos versos de Jaime Sabines:
Quote:
Queremos decirles que no somos enfermeros, padrotes de la muerte, oradores de panteones, alcahuetes, pinches de Dios, sacerdotes de penas, queremos decirles que a ustedes les sobra el aire y por ello, pido a todos los presentes guardar de pie un minuto de silencio por todas las víctimas de esta guerra atroz y sin sentido.
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Lamento señor Presidente y funcionarios que lo acompañan que estemos aquí para dialogar en el primer ejercicio de varios que queremos tener con todos los poderes, gobiernos y partidos políticos, sobre un asunto que si la clase política hiciera lo que debe hacer no habría tenido lugar. Habernos movilizado para llegar a este castillo de Chapultepec, con historia de claroscuros es también la historia de México, en él recibió el imperio de quienes se equivocaron creyendo que con las armas extranjeras se resolverían los problemas de México, pero también en él se firmaron los tratados de paz de El Salvador, ojalá que hoy encontremos también un camino para la paz con nuestro querido México.
Habernos movilizado hasta aquí para recordarles su deber habla muy mal de las instituciones y del dinero que gastamos en ellas, contra las fundadas dudas de que el diálogo no servirá de nada, lo hemos aceptado porque estamos convencidos de que el diálogo es fundamental como un práctica de la democracia para construir los caminos de la paz que son los más difíciles de recorrer, si no somos capaces de construirlos lo que nos aguardará será esta espantosa violencia que ya vivimos pero multiplicada exponencialmente. Lo hemos aceptado también porque creemos que a menos que el corazón se haya oscurecido a grados demoníacos, un hombre puede escuchar todavía el latido humano de su corazón, por ello, lo que diremos aquí las víctimas de la guerra entre ustedes y los narcotraficantes una guerra que es nuestra, que no es nuestra pero que nosotros padecemos en carne viva no será grato pero sí verdadero, propositivo y firme.
En verdad señor Presidente que ustedes no son responsables del pudrimiento de las instituciones políticas del país que se formaron de manera mafiosa, aunque han participado de ese mismo pudrimiento. Les recuerdo la manera en que llegaron al poder, los compromisos que para lograrlo hicieron con fracciones que a lo largo del tiempo se han ido corrompiendo y que solo sirven a sus propios intereses, pero son responsables de haber tratado el problema de la droga no como un asunto de salud pública, sino de seguridad nacional, y por lo mismo, de haberse lanzado junto con esas instituciones que no responden a la seguridad de los ciudadanos, que en muchos sentidos están cooptadas y que en otros sentidos se hacen una con los criminales, a una guerra que tiene al país en una emergencia nacional.
El Estado mexicano está fallando en su obligación de proteger a su gente y defender sus derechos, por eso, señor Presidente en su función de estado ustedes son corresponsables junto con los gobiernos de los estados de 40 mil muertos, miles de desaparecidos y miles de huérfanos, es decir, son corresponsables, independientemente de los criminales, del dolor, de la muerte y del sufrimiento de miles de familias en nuestro país.
Más aún cuando ese mismo estado vuelve a victimizar a quienes buscan justicia los dejan en el abandono y el olvido. Ustedes señor Presidente, son responsables de haber declarado esta guerra contra un Ejército que además no existe porque está formado por criminales, sin haber hecho antes una profunda reforma política y un saneamiento de las instituciones.
Desde hace décadas en aras de disputar la riqueza material y el poder, este país y sus instituciones olvidamos el verdadero quehacer humano, construir las mejores formas sociales para compartir nuestra experiencia colectiva de vida. Este olvido no solo se ha vuelto trágico, sino sistémico, dejó que la impunidad se asentara en nuestro suelo y la convirtió en un factor funcional para la sobrevivencia y el quehacer político de los grupos que disputan el poder.
En ese suelo que ha dejado de estar bajo nuestros pies se han fortalecido, se ha fortalecido una concepción criminal del poder, aquí señor Presidente, nos encontramos 23 víctimas, una muestra emblemática de miles de víctimas inocentes de la delincuencia, del Ejército de la Policía, de los vínculos que hay entre algunos elementos de los aparatos de justicia con el crimen.
Hay también familiares de policías muertos en el cumplimiento de su deber y tratados con la misma impunidad, secuestrados y secuestradas, desaparecidos y desaparecidas, acribillados y acribilladas, torturadas y torturados, asesinados y asesinadas, violadas y destrozadas, ustedes nos dirán que muchas de esas víctimas son criminales, sin embargo, nosotros les decimos que aunque lo fueran, porque nadie nace criminal son también víctimas que hay que reconocer para saber de dónde provienen y qué no les dio el Estado y qué no les dimos la sociedad para haber fracturado sus vidas. Solo así podemos hacer la justicia que hemos perdido y rehacer el tejido social que día con día se desgarra hasta hacernos perder el suelo que debería de estar bajo nuestros pies.
Aquí señor Presidente, vean bien nuestros rostros, busquen bien nuestros nombres, escuchen bien nuestras palabras, estamos una representación de víctimas inocentes
¿Les parecemos bajas colaterales, números estadísticos? El 1% de los muertos de cara a esa justicia que reclamamos, venimos hasta aquí en primer lugar a que reconozcan la deuda que el estado mexicano tiene con las víctimas con sus familias, y la sociedad entera, por eso, en su calidad de representante del Estado, señor Presidente está obligado a pedir perdón a la Nación, en particular a las víctimas, en segundo lugar, hemos venido...aquí a que nos haga justicia.
En el primer punto del documento que leímos el 8 de mayo en el Zócalo de la Ciudad de México y que constituye el pacto nacional ciudadano exigíamos para empezar esa justicia la solución de los casos emblemáticos en los cuales, se ha ido resolviendo solo el de mi hijo y el de sus amigos asesinados en Morelos, en qué momento, ponga usted una fecha inminente y pronta se resolverán los otros, algunos de los cuales como el de la familia Le Barón, el de la familia Reyes Salazar o el de las familias de las guarderías ABC un crimen que lleva el sello de las complicidades delictivas que hay en funcionarios de gobierno en los partidos políticos llevan años sin resolverse.
En tercer lugar, a que juntos detengamos esta guerra y busquemos condiciones para la paz con justicia y dignidad. En este marco general, exigimos del Poder Ejecutivo federal uno, nuestro derecho a la verdad, a la justicia y a la no repetición, su base debe ser la visibilidad de las víctimas, la garantía de que los crímenes no vuelvan a suceder y la reparación por los daños generados por el Estado mexicano, reparación que debe incluir acciones para la memoria histórica, sin la memoria y la historia de nuestro horror seremos un pueblo sin dignidad ni futuro e indemnizaciones a las familias inocentes. Tenemos derecho a la verdad.
Para ello, exigimos que usted proponga la creación de un organismo ciudadano autónomo, puede una comisión de la Verdad, de la Justicia y de la Reconciliación o una fiscalía social de la Paz, su función deberá ser establecer y vigilar el cumplimiento del quehacer político en la visibilización de todas las víctimas sean inocentes o culpables, en el seguimiento de sus casos, o que incluye los resultados de las investigaciones y las sentencias, además de delitos que abarcan redes de complicidad de las autoridades con el crimen.
Tenemos derecho a la reparación de daños, es decir, a la justicia que se nos ha negado. Para ello necesitamos que el ejercicio de sus atribuciones proponga una ley de atención y protección a víctimas que debe ser aprobada lo más pronto posible por todos los poderes de todas las entidades y generar así una política pública, instituciones, normas y recursos especializada en la atención, el acompañamiento y la protección de las víctimas mediante un programa que obligue a las autoridades correspondientes a reparar lo que la guerra y la impunidad ha causado en miles de familias.
Adicionalmente es indispensable la puesta en marcha del mecanismo de protección a defensores de derechos humanos y periodistas, es vergonzoso mundialmente lo que sucede en México con los defensores de las víctimas, tenemos derecho a la garantía de la no repetición de los crímenes, para ello se debe junto con la ciudadanía establecer mecanismos para sancionar a los funcionarios involucrados en redes de complicidad o delitos de omisión.
Tenemos con nosotros un video de los dolores que recogimos durante la caravana del consuelo, le pedimos señor Presidente que se comprometa a pasarlo en todas las escuelas secundarias y preparatorias y se hagan mesas de discusión y análisis con los alumnos a fin de recuperar esta memoria y de ayudar a que esto no se repita nunca.
Dos, nuestro derecho como ciudadanos a una redefinición de la estrategia de seguridad, para ello es necesario terminar con el enfoque militarista de combate al crimen organizado mediante un enfoque más amplio y estructural que contenga:
A) El diseño de una estrategia que parta de los conceptos de seguridad humana y ciudadana y con un énfasis absoluto en los derechos humanos y no en la seguridad de las instituciones... como hasta ahora para nuestra desgracia se ha hecho.
B) La creación de estrategias alternativas y ciudadanas que con el apoyo del Estado y en acuerdo con las necesidades de cada lugar, apunten a la reconstrucción del tejido social y conduzcan al retiro paulatino del Ejército de las calles. En este sentido, es de suma importancia no solo tomar en cuenta las necesidades y exigencias de cada entidad federativa y erradicar el uso indebido del fuero militar, como lo han señalado organismos internacionales de derechos humanos, sino también rescatar las experiencias comunitarias y autogestivas de defensa ciudadana.
C) Abrir la discusión para la despenalización del consumo de ciertas drogas y la reducción de su demanda, de esa manera se abordará el problema de su consumo de manera integral.
D) Es urgente crear controles democráticos de nuestras policías, por ejemplo, un auditor policíaco independiente de la Policía Federal, un mecanismo que en relación con las pruebas de confianza haga un seguimiento de las actividades de todos aquellos que no la pasaron, no sabemos dónde están nuestros policías que no pasaron la confianza y eso es grave.
E) Darle a la educación de los jóvenes, son ellos la mayoría de los que están muriendo y de los que se vuelven el Ejército de Reserva de la delincuencia mayores posibilidades. Exigimos por lo tanto, recursos de la misma magnitud que se entregan a las fuerzas de seguridad para la educación de nuestros hijos y programas verdaderamente eficientes de educación.
No podemos aceptar que las opciones para nuestra juventud sean la migración, la miseria o la violencia, no podemos además señor Presidente seguir comprometiendo la educación y con ella el presente y el futuro de nuestros niños para mantener los privilegios de esa máquina electoral llamada el SNTE.
Tres, nuestro derecho a decidir y a ser tomados en cuenta, mediante un mecanismo de democracia participativa y de democracia efectiva, en este punto coincidimos con algunas de sus posiciones, señor Presidente exigimos a los partidos políticos y a nuestros representantes en el Congreso de la Unión generar las condiciones para contar con la revocación de mandato, el referéndum, la consulta y la iniciativa ciudadana, el plebiscito, el voto blanco, candidaturas ciudadanas, reelección y limitación del fuero. Exigimos una renovación profunda del sistema político mexicano, una renovación que permita empoderar a la ciudadanía en los asuntos del gobierno y permita así poner un coto a la partidocracia que tanto daño nos está haciendo y que provocará que nuestras próximas elecciones sean las elecciones de la ignominia.
Todo esto señor Presidente, dadas las condiciones de emergencia nacional en la que todos nos encontramos, es de la mayor urgencia y usted, en lo que concierne al Ejecutivo tiene la responsabilidad de dar respuestas claras y decisivas para esta justicia y esta paz que nos han arrancado.
Muchas gracias.


Fuente: Milenio, http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/0431a64440f070c6e5fc79c12f708e61

martes, 21 de junio de 2011

Comunicado del Movimiento (próximo encuentro con el Ejecutivo Federal)

Difusión Cencos México D.F., 20 de junio de 2011
Boletín de prensa
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad
  • Ante la emergencia nacional, urgente dar voz a víctimas de la guerra contra el crimen organizado.
  • Esta es la primera vez que el movimiento se reunirá con representantes del Estado
  • En la reunión se abordarán los 6 puntos planteados en el Pacto Nacional
Los mexicanos y mexicanas nos encontramos en una situación de emergencia nacional frente a un país convulsionado por la violencia que ha cobrado la vida de más de 40 mil víctimas. Además, miles de  violaciones a derechos humanos en las que se incluyen la desaparición forzada, la tortura y delitos de lesa humanidad, en un contexto de falta de acceso a la justicia y altísimos niveles de impunidad y corrupción.
La Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, más allá de las cifras, hizo posible visibilizar historias de vida de un México que se está desintegrando ante una estrategia equivocada de seguridad implementada por el Estado.
Después de casi tres meses de movilizaciones nacionales e internacionales -desde el 28 de marzo, 6 de abril, 8 de mayo y la caravana del 4 al 12 de junio, con reflejo en más de 20 países y 37 ciudades- el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad reafirma que la única salida posible a esta emergencia nacional debe ser pacífica y no violenta.
El Movimiento anuncia que una representación de las víctimas de esta guerra asistirá a un encuentro con el jefe del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, el próximo jueves 23 de junio a las 10:00 horas en el Museo Nacional de Antropología.
Esta será la primera vez que se tendrá una interlocución oficial con alguno de los Poderes de la Unión al cual asistirán intelectuales e integrantes de la sociedad civil, como testigos, y medios de comunicación.
Los 6 puntos del Pacto Nacional servirán como base en el encuentro con el Presidente de la República y son: dar visibilidad y dejar hablar a las víctimas y sus familias; el fin de la estrategia de guerra actual; acabar con la corrupción e impunidad; actuar contra la raíz económica del crimen organizado; la necesidad de reconstruir el tejido social, y avanzar hacia una democracia participativa y representativa.
Atentamente
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad
Información difundida por el Área de Comunicación y Visibilidad de Cencos

lunes, 6 de junio de 2011

Agresión al Centro de DH "Paso del Norte" de Ciudad Juárez por la Policía Federal



El día 05 de Junio de 2011 aproximadamente a las 20:30 horas Agentes de Seguridad Pública Federal en cinco patrullas, con números 12427, 13972,13748, 13943 y 10573 irrumpieron con lujo de violencia en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, A. C., quebrando cerraduras y haciendo destrozos en todo el inmueble, sin causa justificada y sin tener ninguna orden judicial para su allanamiento.
El Centro de Derechos Humanos Paso del Norte es  una organización que tiene como objetivo  promover  y defender los derechos humanos, dado lo cual  hemos trabajado en acciones y casos en donde se defienden los derechos humanos. Creemos que esta acción es tendiente a intimidar la lucha que realizamos.
Los hechos antes relatados son una clara violación a nuestra Constitución y los tratados Internacionales en especial en relación al derecho de defender los derechos humanos.

La Red Todos los Derechos para Todas y Todos, de la que forma parte el Centro Paso del Norte, ha emitido esta Acción Urgente que les invitamos a firmar aquí.

viernes, 3 de junio de 2011

¡Alto al tráfico de armas!

Los invitamos a firmar esta petición para detener el tráfico de armas de Estados Unidos hacia México. Es una iniciativa que impulsan, entre otros, Alianza Cívica.


http://www.alianzacivica.org.mx/altoalasarmas/indexSp.php

jueves, 2 de junio de 2011

"Peregrinación a las fuentes de Javier Sicilia", por Marta Molina

Peregrinación a las fuentes de Javier Sicilia, el poeta que estremece a México
Las raíces filosóficas, literarias y políticas del hombre que convirtió muchas luchas en una sola para acabar con la violencia y la guerra de las drogas.


Por Marta Molina
Generación 2011, Escuela de Periodismo Auténtico
1 de junio 2011

¿Quién era Javier Sicilia antes de la muerte de su hijo? ¿Por qué sus demandas como luchador social se quedaron ahora en una sola? ¿Quiénes fueron sus referentes, los que le empujaron a ser como es y a tener la fuerza y la entereza para liderar esta movilización?¿Quién era antes de convertirse en el punto de mira nacional? ¿Qué hay en su pasado que le hizo inspirar un movimiento unitario contra la guerra y la violencia en México? ¿Por qué dejó de escribir poesía?


Peregrinación a las fuentes


Javier Sicilia le habla a la Escuela de Periodismo Auténtico el 20 de mayo en la CIudad de México. DR 2011 Noah Friedman-Rudovsky.
Nos encontramos en Cuernavaca, el día 17 de mayo, con dos de los mejores amigos de Javier para que nos cuenten un poco de su pasado y llegar a entender las fuentes de su filosofía de vida, de su poesía, de su forma de ser y sobre todo de lo que le movió a convertir su propia existencia en una lucha por un México sin violencia. Son Silvia Marcos, líder del movimiento anti-psiquiatría en México y Jean Robert, arquitecto e intelectual de origen rauraco naturalizado mexicano y amigo personal del pensador austriaco radicado en México Ivan Illich.

Conversando con ellos descubrimos que Javier nació en Ciudad de México en 1956 y contra pronóstico nos enteramos de que su apellido ¨Sicilia¨ no es precisamente de origen italiano sino español. Su padre, Oscar Sicilia, provenía de las Islas Canarias y parece que tenía descendientes asturianos.


Según Jean Robert, Javier es un hombre que siempre “ha jalado el diablo por la cola”. Cuando sus dos hijos eran pequeños tenía que arreglárselas para llegar a fin de mes. “Es cierto que recibió algunas becas que le dieron cierta libertad de movimiento pero era un hombre que vivía al día”. Nada que ver entonces con lo que publicaba el Washington Post hace unas semanas, concretamente el día 8 de Mayo, que lo definía como “well to do” (“un hombre rico,” en inglés). “Cuando yo lo conocí trabajaba de corrector de estilo en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA)” nos cuenta Jean Robert. Imagínense, un poeta, escritor, sumido en la burocracia de un organismo público como corrector. Si hubiera sido rico… Tal vez se hubiera dedicado enteramente a la poesía, o tal vez nunca hubiera sido poeta.

En 1994 Javier fundó la revista Ixtus desde la cual, hasta 2007 insistió en su crítica a la modernidad desde el Evangelio y desde la espiritualidad de personajes como Gandhi, Iván Illich y Giuseppe Lanza del Vasto, el “apóstol de la noviolencia”. Personajes que, sin duda, influyeron en su personalidad y en la forma de acatar sus luchas.

Jean Robert nos cuenta que Javier, formaba parte de un grupo de mexicanos interesados en la experiencia de Lanza del Vasto, un siciliano (que después se hizo francés) y se fue a vivir con Gandhi a la India, en un ashram y luego emprendió su peregrinación al nacimiento del Ganges. Fue lo que Del Vasto llamó la peregrinación a las fuentes. Al volver a Europa, sintió una especie de señal, una llamada que le llevó a fundar una comunidad semejante a un ashram pero en Europa, concretamente en Francia. Estas comunidades, llamadas Arca, siguen la filosofía gandhiana de la noviolencia y al mismo tiempo creen que la sociedad industrial moderna se va a terminar por sus propias contradicciones.

Actualmente hay cuatro comunidades Arcas en Francia, y Javier había ido a una de ellas junto con un amigo suyo belga, flamenco, llamado Georges Voet. Javier se quedó con la nostalgia de haber vivido en una comunidad que no es monacal pero que a su vez tiene un fuerte elemento espiritual y de meditación. Fue por eso que a sus 30 años, junto con un grupo de jóvenes, quiso fundar una Arca en un terreno en el Sur de estado de Morelos.

Jean Robert asistió a las últimas reuniones de los que pensaban fundar esta Arca, pero llegaron a edad adulta, con sus títulos universitarios, sus mujeres, algunos ya con hijos… y así era difícil llevar adelante el proyecto. En conversaciones con Javier confiesa que no funcionó. “todos los intentos de cultivar fruta y tomates fallaron”.

Este proyecto se disolvió. Pero por aquel entonces, Jean Robert empezó a colaborar en la revista Ixtux escribiendo sobre Ivan Ilich y así se empezó a interesar Javier por él y su pensamiento. “Un día le llevé a su casa y se cayeron muy bien. Fue una inmediata y profunda amistad y se siguieron viendo hasta la muerte de Ilich”. Javier fue el primero en traducir las palabras de Ilich al español y editó las Obras Reunidas con Valentina Borremans, la heredera editorial.


La poética de la acción

Descubrimos que uno de los números de Ixtus llevó por título ¨La poética de la acción”. Un título bien gandihano. Pero Jean Robert nos cuenta que Javier se inspira en un discípulo de Lanza del Vasto que se llamaba Pierre Soury que creía que existía un lenguaje primigenio que debíamos recuperar. “Así, si nos vamos a la etimología de la palabra poesía (poiesis, poieo) significa yo hago”, sostiene.

La poesía es acción, y en Javier se ha convertido en una acción noviolenta a través de las palabras. Dijo que ya no escribiría más poesía después del brutal asesinato de su hijo. Pero está haciendo poesía aunque sin pluma, esta actuando.

El poeta alemán Friedrich Hölderlin decía que “el hombre habita poéticamente”, por lo tanto, habitar un lugar es ser poeta. Pero con eso no es suficiente, hay que encontrar la forma de habitar ese lugar, y Javier lo ha hecho. Ha conseguido realizar la poesía, convertirla en acción. Y como dijo Raoul Vaneigem el situacionista, la poesía pocas veces ocurre en poemas, Sólo ocurre cuando las palabras estimulan acción.


El ahimsa y los poetas para recuperar un México desgarrado


Tras el cierre de Ixtus, Javier creó una nueva revista en 2009 llamada Conspiratio, a través de la cual intenta replantear las estructuras sociales y culturales de occidente para generar un espacio de reflexión que dé como fruto “una sociedad más humana”.

¿Como “humanizar” una sociedad? Según Lanza del Vasto, debemos empezar por nosotros mismos. Tal vez otro de los motivos por los que Javier consigue movilizar a tanta gente es porque ha hecho su trabajo. Como Gandhi, ve la vida como algo que surge de una unidad del ser, porque en él no existe una división entre lo espiritual y la actividad práctica y por qué, trató de vivir de esa manera. Gandhi hablaba de un principio espiritual que para él, tenía un valor práctico, el ahimsa, la fuerza de la vida. Si alguien no puede expresar un conocimiento absoluto de la verdad (satyagraha), nadie podrá usar la violencia para obligar a los demás a actuar contra su sincero y distinto entendimiento de ella.

El ahimsa tiene raíces profundas en el budismo y el hinduismo, pero en las palabras de Javier Sicilia durante la rueda de prensa del 19 de Mayo, encontramos una fuerte expresión del mismo precepto en el pensamiento cristiano cuando dice que “ la primera marcha, desde Cuernavaca al DF fue, en clave cristiana “una expresión del reino”. Ahí está también al ahimsa, la fuerza de la vida , junto con lo que Gandhi nombró satyagraha, la verdad, los dos principios necesarios para el Nuevo Pacto y la resurrección de México.


A este paralelismo gandhiano debemos sumarle otro que hace referencia a la importancia que daba Gandhi a los poetas para dar fuerza al movimiento no es gratuito. Sarojini Naidu fue una mujer poeta que lideró varias marchas noviolentas como activista del movimiento para la independencia de la India, acompañó a Gandhi durante la Marcha de la Sal. El mismo Gandhi, cuando fue arrestado, dijo que debía ser una poeta como Sarojini la que continuara el movimiento porque convierte la poesía en ahimsa. Silicia, hoy en día, de algún modo sigue los pasos de la poeta Sarojini Naidu.


Poeta y luchador social

Javier es un intelectual de formación católica y comprometido desde siempre con las causas sociales. Su padre, empresario del textil, también fue poeta pero en la soledad. Tal vez de ahí le vino a Javier esta vocación, aunque, según José Gil Olmos, periodista de la revista Proceso, en algún momento de su juventud quiso ser sacerdote jesuita acabó optando por la poesía, porque “no pudo con el voto de obediencia papal”. Su gran espiritualidad unida a la lucha social le llevó a unirse a Sergio Méndez Arceo, conocido como “obispo rojo”, cercano a la teología de la liberación y “uno de los primeros en llevar la política a la iglesia,” según Rubén Flores, viejo amigo del obispo Méndez Arceo. Por ello, en los años ochenta empezó a formarse en las CEB (Comunidades Eclesiales de Base) que pretendían influir en la transformación social y democrática de México y Latinoamérica

En 1994, cuando se dio a conocer internacionalmente el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), Javier se unió a la propuesta de transformar al país mediante un diálogo nacional y viajó a Chiapas para defender los Acuerdos de San Andrés sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Este fue seguramente, uno de los motivos por el que se confiaron en unir de inmediato a Sicilia, en su reclamo de justicia, los protagonistas de movimientos y acciones con los que se ha identificado.

En 2001 se unió al movimiento de defensa cultural y ecológica del Casino de la Selva, edificio de la capital de Morelos cuyos murales y restos arqueológicos fueron afectados por la construcción de un supermercado. Y es que Javier seguramente cree en lo que decía Albert Camus, de que en la labor del escritor, y en su caso de poeta, está el compromiso.

Durante más de 30 años, Sicilia ha escrito poesía, ensayo, y artículos en los que analiza la situación del país, las injusticias cometidas por sus gobernantes y ha defendido siempre la lucha de los ciudadanos y las comunidades de base. Continua siendo hasta hoy, colaborador de la revista semanal Proceso donde empezó a firmar sus textos con una coletilla final tomada de los discursos de Catón el antiguo romano, que terminaba sus discursos diciendo: “y además opino que hay que destruir Cartago”. Javier les dio forma de alegato por demandas sociales antiguas o vigentes en su hora.


Durante años fue: “Además, opino que hay que respetar los acuerdos de San Andrés.” Y a las reivindicaciones del cumplimiento de dichos acuerdos se le fueron sumando otras tantas que se llegaron a convertir en una extensa lista de la compra de demandas imposibles: “…liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del cerro de San Pedro, liberar a los presos de Atenco y de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) y hacer que Ulises Ruiz salga de Oaxaca”.

¿Cuáles de estas demandas se cumplieron? Seguramente, aludidos en esas líneas, los zapatistas se manifestaron día 7 de Mayo en San Cristóbal de las Casas, pero su demanda y la de Sicilia no se ha satisfecho: los acuerdos de San Andrés Larráinzar, que debieron ser la base para la reforma constitucional en materia indígena a la que se comprometió el presidente Fox en el primer momento de la alternancia, siguen sin cumplirse. El Casino de la Selva fue otro fracaso, sin desmerecer esfuerzos, una lucha que no llegó a buen puerto. Allí sigue el supermercado. Los crímenes de Juárez, sin resolver. Eso si, algunos de los presos de Atenco y de la APPO fueron liberados y muchos de los integrantes de esos movimientos estuvieron en la Marcha o en las marchas locales que se multiplicaron día 8 de Mayo.

Javier – al igual que muchos mexicanos – vivía una vida con demasiadas demandas sociales que tocaban flancos distintos de la política nacional, tal vez demasiado dispersas para convertirse en una sola y tomar coherencia. Se trataba, al fin, de una extensa lista de peticiones que parecían imposibles de acatar, pero que formaban parte de las reivindicaciones del Javier “luchador social”. Una lista de la compra de demandas que, a partir del asesinato de su hijo se convirtieron en una sola: “Estamos hasta la madre. No más Sangre, Fin a la violencia. ¡Alto a la Guerra!”

El asesinato de su hijo fue un punto de inflexión en la vida de Javier, un antes y un después que de repente convirtió una lista de la compra de demandas en una exigencia única, valga la redundancia, en la que todas las otras demandas de la sociedad mexicana, encontraron cobijo.


Quiero cambiar este país

Javier casi nunca viaja. Pero un día como hoy, hace ya casi dos meses, se despertó en Manila con la peor de las noticias: su hijo Juan Francisco, Juanelo, había sido asesinado de forma brutal junto con seis de sus amigos y vecinos. Esto ocurrió el pasado 27 de Marzo, pero por desgracia, episodios como este se han repetido miles de veces provocando el dolor y la indignación de muchas familias mexicanas durante años a causa de la guerra contra el narcotráfico.

En el año 2006, cuando Calderón ganó ilegalmente las elecciones, los mexicanos salieron a la calle y se manifestaron en contra de un gobierno que no habían elegido. Acto seguido, su primera y casi única política fue comenzar a usar el arma del miedo contra sus propios conciudadanos sacando el ejército a la calle para supuestamente proteger a la población. Empezaba la “Guerra contra el Narco” que hasta hoy ha provocado al menos 6.000 huérfanos de guerra y 40.000 muertos. Juanelo, uno de ellos.


Tenía 24 años y quería cambiar el mundo. Estaba harto de vivir en un país en guerra. Quería hacer algo. Jean Robert, amigo íntimo de Javier Sicilia nos confesó la desesperación de un padre que oye a su hijo hablar, lleno de energía y creatividad para acabar con la violencia en México. Él ya no puede cambiar las cosas, pero su padre asumió el compromiso social en momentos de emergencia nacional. Javier le dijo una frase conmovedora a Jean Robert: “Juanelo, tu me pusiste aquí, por algo lo hiciste¨.

Éste fue el punto de inflexión de las luchas de Javier. La muerte de su hijo es el motor que le da fuerzas para intentar que el pueblo mexicano se úna. En palabras suyas, espera “la resurrección de México con la sangre de su hijo”.

Jean Robert nos habla del Javier de ahora: “Yo creo que Javier descubrió, con sorpresa que él es una especie de animal político en el buen sentido de la palabra”. Hasta el periodista Enrique Krauze, de tendencia política opuesta a la de Javier, escribió en el editorial del periódico Siglo de Torreón el pasado domingo15 de Mayo que “Gandhi no podía haberlo hecho mejor, el texto y las acciones de Javier Sicilia¨ Y seguramente lo dice porque es consciente de que este momento puede ser clave. Le pide a Javier, en otras palabras, que haga durar este movimiento, manifiesta textualmente: “Sicilia, gran admirador de Gandhi, sí tiene la inspiración que se requiere para hacer que su movimiento dure”.

Javier es una muestra de la astucia política. Llevaba años sin ofender a nadie, afirma Sylvia Marcos, dialogando escuchando, aceptando que lo criticaran de la derecha y de la izquierda, sin enojarse. Forma parte de su personalidad, esto es lo que le dio todo este poder político y de liderazgo que tiene ahora. Sus amigos insten en que hay un Javier “de antes” y un Javier “de hace dos meses”. Cuando se ven en privado, sin micrófonos, sin prensa, se pone en los zapatos del Javier de antes, que ya no existe, y dice: “ay, lo que me cae encima… ¿Que voy a hacer?” pero cuando esta en la acción se embebe, se revela, se transforma, y esto le da fuerzas. En definitiva, es un hombre que la necesidad histórica puso en frente de una nueva modalidad de acción para la cual tiene inmensos talentos. Haz que esto dure.

Silvia insiste en que Javier ya tenía talentos políticos. “Conocíamos su don de gente, era muy diplomático, gran comunicador, y ahora es una personalidad nacional, pero no fue la flor de un día”.

Hay que decir también que, según nos cuentan sus amigos íntimos, encontró una compañera admirable: Isolda. Ella es arquitecta y poeta quien también perdió una hija. Los dos han perdido hijos. “Ella es co-artífice de esta transformación de Javier” dice Jean.


Asfixiaron al verso pero no callaron al poeta

Javier Sicilia es ahora un poeta al que le han asesinado un hijo, un poeta que dejó de escribir poesía porque le asfixiaron la palabra, igual que le desgarraron a su hijo los pulmones. Ya no escribe porque dice que el mundo no es digno de la palabra, porque el dolor esta en los corazones y en la vida cotidiana del pueblo mexicano.

Javier ha decidido convertir el llanto en acción y poner toda su indignación y dolor, al servicio de la exigencia para el cambio. El pueblo le sigue, comparte su lucha porque es la lucha de todo el pueblo mexicano que “está hasta la madre” de vivir bajo el yugo de la violencia y la guerra.

Su forma de hablar, de ser, de mirar, de escuchar con atención, nos deja entrever su espíritu en cada palabra que pronuncia, su preocupación por el otro. Aunque sepamos que el mundo está formado por los indignados y los indignos y que este es un mundo infame, personas como Javier nos hacen tener esperanza. No será fácil que nazca, pero hay otro mundo que puede nacer, y sus palabras dan alas a la esperanza y nos hacen pensar de nuevo, que, como dijo Eduardo Galeano desde la Plaza Catalunya de la ciudad de Barcelona, uno de los epicentros de la incipiente revolución de los indignados en España en contra de la violencia estructural del sistema que exigen una democracia real ya, “este mundo de mierda esta embarazado de otro que sólo si nos lo creemos, puede nacer”. Si Javier tiene tal fuerza, ¿porqué no debe tenerla el resto de la humanidad?

Tiene una gran responsabilidad, y lo sabe. Y también sabe que no está solo. Y esto le da fuerza. Cuando llega a casa puede abrazar a su compañera Isolda y preguntarse una y otra vez por qué se ha convertido en uno de los motores que motivan esta movilización. Pero ahora está al frente de un movimiento nacional de protesta que el domingo, 8 de Mayo se expresó con marchas simultáneas en 38 ciudades. Javier sintió el horror, vive el dolor. Pero es poeta y padre, y tiene una misión por cumplir.


La pieza clave para la unión

“El dolor el hundimiento de esta nación es tan grande que rebasa cualquier ideología. Nos unimos en lo humano, sumimos en la búsqueda de un suelo para que los problemas políticos puedan articularse, ser beneficiosos para la nación. Es una guerra contra los mexicanos, por eso estamos unidos todos”

Esta fue la respuesta que dio Javier al periodista Greg Berger el día 8 de Mayo en Cuernavaca, antes de la Marcha, cuando le pregunta sobre por qué están presentes en las marchas caras distintas, de diferentes ideologías, procedencias, culturas y clase social.


Y es que por primera vez en mucho tiempo, miles de personas ocupan las calles de México y se manifiestan de forma pacífica para pedir el fin de la guerra y la violencia en su país. ¿Por qué ahora? ¿Por qué así? Porque, como decíamos, finalmente hay una demanda común, que no entiende de clases sociales ni de etnias. La violencia no discrimina y nos afecta a todos.

Podemos ver a Javier como la pieza clave de un puzzle que pretende reconstruir el tejido social mexicano. Su discurso es inclusivo y ha logrado una cohesión inaudita: des del ELZN pasando empresarios y clase media, una cohesión clave para acabar con la guerra contra las drogas. La izquierda se identifica con él; es periodista, y el gremio se identifica con él; es poeta, y la gente de la cultura también se identifica con él. Es católico y los católicos se solidarizan con él, su hijo era de clase media y toda la clase media con o sin hijos, también ha salido a la calle.

Durante la rueda de prensa del pasado 19 de Mayo, Javier reiteró que “no lo esperaba pero lo agradezco profundamente. Pudimos abrazarnos y acompañarnos pudiendo nombrar nuestro dolor y pudimos empezar a exigirle al Estado una recomposición de la sociedad”. Javier no lo esperaba, no esperaba la unión de todas las clases, pero lo agradece día tras día. “Lo que no podemos perder de vista es la ética y las víctimas, no podemos perder de vista el corazón y hacer que el discurso ideológico y político se sobreponga a la dignidad humana”. Por este motivo exige también al gobierno que deje de lado esta “cifritis” en sus discursos y poner nombre y apellido a las víctimas de esta guerra. Una de las primeras acciones en este sentido fue colocar placas con los nombres de los muertos en las plazas públicas de las ciudades y pueblos “para rescatar el espíritu de cada uno de los muertos victimas de este Estado Podrido. Estas víctimas tienen nombre. No son cifras”

Según Javier, no importa la ideología, no importan las diferencias, “lo que nos une es el corazón para restablecer el sueño de esta nación. Pero en el fondo, todo depende de si seguimos amando la palabra poética oyendo el corazón, oyendo lo humano profundo, oyendo lo que es la vida y no las articulaciones ideológicas, evitando que se nos cuelen los intereses políticos, los intereses de partido, y manteniendo siempre el corazón y el ser humano como punto de referencia, sea de donde sea.”

Aprendemos de Javier que no podemos esperar que la transformación llegue del gobierno. No podemos esperar que la varita mágica gubernamental resuelva la cosas. En palabras suyas: “La transformación viene de la sociedad. Esta es la gran significación de este movimiento y de tantos otros que están teniendo lugar alrededor del mundo”. Después de Túnez, vino Egipto, ahora en Europa, en España, donde los protagonistas de la revolución son los que tienen dinero en el banco, pero están hartos de seguir viviendo bajo un concepto de estado obsoleto. Estamos indignados. Y sólo la creatividad, la constancia el amor y la poesía nos hará salir de esta espiral de violencia que azota al mundo en todas sus formas y contextos.

Puede ser que desde fuera se vea como una debilidad que el movimiento aglutine tanta gente de diferentes orígenes y tendencias. Se puede ver como difuso, como demasiado “de todo un poco”. Nadie dijo que fuera fácil romper barreras de clase o políticas. Va a costar mucho. Pero este aspecto acompaña a todas las luchas, es tal vez fruto de la desilusión generalizada en todo el país hija de la tendencia a desatar luchas excluyentes empeñadas en definir lo que no son.

Pero, insistimos, la violencia no entiende de clases. Aun así, sabemos que el movimiento que inspiró Javier Sicilia seria impensable que lo inspirara la muerte de un albañil con padres campesinos. Pero Javier fue maestro de mucha gente, animó a estudiantes y poetas, tenía redes infinitas en varias capas del tejido social mexicano que lo siguen, que se solidarizan con él.

Se trata de una unión inaudita, pero que sigue un modelo. Al Giordano, periodista de Narco News vio en la Marcha gran parte de lo que esperaban en el tiempo en que se erigió la Otra Campaña. Y es que sin duda, el EZLN está detrás como modelo a seguir pero “nadie ha tenido la capacidad de convocar este espectro social. Esta es la única lucha incluyente que he cubierto desde hace 14 años en México”.


Además opino que hay que respetar la dignidad humana

El poeta español Gabriel Celaya decía que la poesía es una arma cargada de futuro: “Cantemos como quien respira. Hablemos de lo que cada día nos ocupa. Nada de lo humano debe quedar fuera de nuestra obra. En el poema debe haber barro, con perdón de los poetas poetísimos”. Y es que si algo nos ha enseñado Javier es que la poesía no es un fin en sí. La poesía es un instrumento, entre otros, para respetar la dignidad humana y transformar el mundo.

Javier se convirtió en un poeta mutilado, y dejó por escrito que ya no escribiría más poesía después del brutal asesinato de su hijo hasta que vea la “resurrección de México”.Pero está haciendo la poesía, sin pluma, esta actuando. Y tal vez el poeta en este caso sea su hijo, Juanelo, que le dicta los versos a su padre para que los convierta en acción para el cambio que él siempre anheló.

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Reporte de la GCDP: La Guerra contra las Drogas ha fracasado

Les dejo el reporte de la Global Comission on Drug Policy en español. Descárguenselo completo aquí: son 24 cuartillas que destrozan los argumentos de quienes abogan por enfrentar el tema de las drogas desde un enfoque criminal y policiaco, incluido el Gobierno Federal.

Aquí les dejo una síntesis:

RESUMEN EJECUTIVO
La guerra global a las drogas ha fracasado, con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo. Cincuenta años después
del inicio de la Convención Única de Estupefacientes, y cuarenta años después que el Presidente Nixon lanzara la guerra a las drogas del gobierno norteamericano, se necesitan urgentes reformas fundamentales en las políticas de control de drogas nacionales y mundiales.
Los inmensos recursos destinados a la criminalización y a medidas represivas orientadas a los productores, traficantes y consumidores de drogas ilegales, han fracasado en reducir eficazmente la oferta o el consumo. Las aparentes victorias en eliminar una fuente o una organización de tráfico son negadas casi instantáneamente por la emergencia de otras fuentes y traficantes. Los esfuerzos represivos dirigidos a los consumidores impiden las medidas de salud pública para reducir el VIH/SIDA, las muertes por sobredosis, y otras consecuencias perjudiciales del uso de drogas. Los gastos gubernamentales en infructuosas estrategias de reducción de la oferta y en encarcelamiento reemplazan a las inversiones más costo-efectivas y basadas en la evidencia orientadas a la reducción de la demanda y de los daños.
Nuestros principios y recomendaciones pueden resumirse como sigue:
Terminar con la criminalización, la marginalización y la estigmatización de las personas que usan drogas pero que no hacen ningún daño a otros. Desafiar los conceptos erróneos comunes acerca de los mercados de drogas, el uso de drogas y la dependencia de drogas en lugar de reforzarlos.
Alentar a los gobiernos a que experimenten con modelos de regulación legal de las drogas a fin de socavar el poder del crimen organizado y para salvaguardar la salud
y la seguridad de sus ciudadanos. Esta recomendación se aplica especialmente al cannabis, pero también alentamos otros ensayos de descriminalización y regulación legal que puedan conseguir estos objetivos y proveer modelos para otros.
Ofrecer servicios de salud y tratamiento a los que los necesiten. Asegurar que esté disponible una variedad de modalidades de tratamiento, incluyendo no sólo los tratamientos con metadona y buprenorfina, sino también programas de tratamiento asistido con heroína que han probado
ser exitosos en muchos países europeos y en Canadá. Implementar programas de intercambio de jeringas y otras medidas de reducción de daños que han probado su efectividad en reducir la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sanguínea, así como las muertes por
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Comisión Global de Políticas de Drogas
sobredosis. Respetar los derechos humanos de las personas que usan drogas. Abolir las prácticas abusivas llevadas a cabo en nombre del tratamiento –tales como la internación forzada, los trabajos forzados,
y los abusos físicos o psicológicos- que contravienen los principios y normas de derechos humanos o que eliminan el derecho a la autodeterminación.
Aplicar en gran medida los mismos principios y políticas antes expuestos a las personas involucradas en los segmentos inferiores de los mercados ilegales de drogas, tales como campesinos, correos, y pequeños vendedores. Muchos de ellos han sido víctimas de violencia e intimidación o son dependientes de drogas. Arrestar y encarcelar decenas de millones de estas personas en las recientes décadas ha llenado las prisiones y destruido vidas y familias, sin por ello reducir la disponibilidad de drogas ilegales o el poder de las organizaciones criminales. Pareciera no haber límite al número de personas que se vinculan con esas actividades para mejorar sus vidas, proveer a sus familias, o para escapar de la pobreza.
Focalizar las acciones represivas en las organizaciones criminales violentas, pero hacerlo de manera de socavar su poder y su alcance, mientras se da prioridad a la reducción de la violencia y la intimidación. Los esfuerzos para imponer el cumplimiento de la ley no debieran focalizarse en reducir los mercados de drogas per se, sino más
bien en reducir sus daños en los individuos, las comunidades y en la seguridad nacional.
Invertir en actividades que puedan prevenir en primer lugar que las personas jóvenes usen drogas y a la vez prevenir que los que las usan desarrollen problemas más serios. Evitar mensajes simplistas al estilo de “sólo di que no” y políticas de “tolerancia cero”, y alentar los esfuerzos educativos asentados en información creíble y en programas preventivos que focalicen en las habilidades sociales
y la influencia de los pares. Los esfuerzos preventivos más exitosos son aquellos dirigidos a grupos específicos en riesgo.
Comenzar con la transformación del régimen mundial de prohibición de drogas. Reemplazar las políticas y las estrategias de drogas orientadas por la ideología y la conveniencia política, por políticas económicas responsables y estrategias basadas en la ciencia, la salud, la seguridad y los derechos humanos – y adoptar criterios apropiados para su evaluación. Revisar la clasificación de drogas que ha resultado en obvias anomalías como la defectuosa categorización del cannabis, la hoja de coca y el MDMA (éxtasis). Asegurar que las convenciones internacionales sean interpretadas y/o revisadas para adaptarlas a una sólida experimentación con la reducción de daños, la descriminalización y las políticas de regulación legal.
Romper el tabú acerca del debate y la reforma. Ahora es el tiempo de actuar.

miércoles, 1 de junio de 2011

Discurso de Javier Sicilia, 1 de junio, California.

El corazón de la dignidad* (Discurso íntegro de Sicilia en EU)
Javier Sicilia



MÉXICO, DF, 1 de junio (apro).- En el antiguo Derecho Romano había una figura terrible: el homo sacher (el hombre sagrado), un ser humano que el Estado no protegía y que, abandonado a su suerte, cualquiera podía asesinar impunemente. Ese hombre había sido reducido a lo que los griegos llamaban zoe, la vida no protegida, la vida de un animal.
         Algunos milenios después, paradójicamente en la era de la democracia y de los derechos humanos, todos los ciudadanos de mi país nos hemos convertido en hombres sagrados. Desde hace cuatro años, jóvenes, niños, ancianos, hombres y mujeres en México -- desprotegidos por el Estado que extravió su vocación primera: cuidar de la seguridad de los ciudadanos--, podemos ser secuestrados, levantados, humillados, desaparecidos y asesinados de maneras tremendamente cruentas, sin que nuestra muerte encuentre después la justicia que le correspondería (sólo 2% de los crímenes que suceden en México son resueltos).
Criminalizados, convertidos en cifras y expedientes abandonados en los aparatos de justicia, 40 mil muertos y 10 mil desaparecidos –a los que diariamente se suman otros a lo largo del territorio mexicano— son el saldo que nos acompaña desde que el presidente Felipe Calderón y la política antinarco de Estados Unidos decidieron declararle la guerra al narcotráfico en México.
         Las cifras, meras abstracciones estadísticas en el imaginario administrativo –números, sólo números--, parecen no decir nada. Sin embargo, detrás de cada una de ellas hay rostros, historias mutiladas y familias rotas. Piensen simplemente en sus hijos, en los amigos de sus hijos, en los hombres, las mujeres y niños que todos los días encuentran a su paso por la calle, e imagínenlos muertos, asesinados; piensen después en ustedes mismos y en los familiares de esos rostros muertos y podrán tener una evidencia clara del horror y de la inhumanidad indecible que hay detrás de esas cifras, de esas “bajas colaterales” como despectivamente las nombra el gobierno y sus aparatos administrativos.
         Las causas de este horror son múltiples y profundas. Son el resultado de una guerra absurda, del largo pudrimiento de las instituciones de México y de la insensibilidad política de Estados Unidos que, para mal evitar su consumo de droga, ha instalado en México una guerra que no ha disminuido en nada ni el tráfico ni el consumo y que nos está costando miles de muertos y de desaparecidos.
Mientras en Estados Unidos, gente como Charlie Sheen o Paris Hilton elogian y promueven el consumo de la droga en sus espectáculos y en los medios de comunicación, nosotros estamos obligados a perseguir a sus productores; mientras Estados Unidos tiene legalizada una industria peor que la droga: la armamentista, que arma tanto a las fuerzas del Estado mexicano como a las del crimen organizado, nosotros ponemos diariamente los muertos, el sufrimiento y el miedo; mientras bancos e instituciones norteamericanas coludidas con bancos e instituciones mexicanas lavan dinero, los ciudadanos de México vivimos en la miseria y el terror.
         Esa política está en todos sentidos equivocada. Por un lado, la droga no es un asunto de criminalidad, sino de salud pública. En una sociedad hipereconomizada, la droga, al igual que el alcohol, debe entrar en las leyes férreas del mercado, debe ser despenalizada y aceptar esa despenalización como un fracaso del Estado y de la sociedad, como un mal menor (si se hubiese legalizado no tendríamos 40 mil muertos, 10 mil desaparecidos y un inmenso dolor en muertos corazones).
Por otro lado, una Ley de Seguridad Nacional, basada en la violencia y comandada desde instituciones cooptadas, corrompidas y ajenas al servicio de la nación, sólo puede perpetuar la criminalidad y el horror. México no sólo está destruido en sus instituciones sino en su tejido social, y una buena Ley de Seguridad Nacional debe tomar en cuenta esos factores. No sólo el marco legal que proteja los derechos humanos frente a un Ejército que absurdamente fue sacado de sus cuarteles para realizar tareas policiacas, sino también, el proceso y los tiempos en que el Ejército debe volver a sus cuarteles, la creación de una seguridad basada no sólo en una reacción contra la violencia del crimen organizado, sino en la seguridad y la prevención del crimen a partir de modelos ciudadanos, políticas que protejan el campo –gravemente destruido--, que atiendan a la educación –abandonada--, los salarios miserables y el desempleo, en síntesis una política de seguridad que mire los problemas de México de manera integral.
         Desde el espantoso asesinato de mi hijo Juan Francisco y de sus amigos, la sociedad mexicana empezó a movilizarse. Al comenzar a nombrar a nuestros muertos y la injusticia e inhumanidad en la que está absurda guerra nos ha hundido; al romper el miedo y unirnos en el consuelo, hemos ido construyendo una unidad nacional ciudadana que busca la refundación de las instituciones, el alto a la guerra y la construcción de una paz con justicia y dignidad. Nuestro dolor no se ha convertido en una fuente de odio, sino de una dignidad que busca rehacer la paz, el amor y la justicia que un gobierno corrupto, una equívoca Ley de Seguridad Nacional, basada en la guerra y en una estúpida política bilateral con Estados Unidos, nos han arrancado.
         Es necesario también, en esta movilización, que la sociedad norteamericana contribuya a esa transformación. Su responsabilidad en los crímenes y la injusticia que vivimos es absoluta. Su consumo de drogas, su apoyo irrestricto a una guerra que no se atreve a tener dentro de su territorio, su industria armamentista que nos está asesinando (México se ha vuelto uno de los consumidores fundamentales de su armamento), deberían hacer que los ciudadanos de Estados Unidos se movilizaran para exigirle a su gobierno un cambio en esta estrategia que día con día nos está costando mucho en vidas, en dolor y en destrucción. Si no lo hacen, serán cómplices de crímenes de lesa humanidad.
         Al recibir el premio que Global Echange otorga cada año a una persona que se ha entregado a la defensa de los derechos humanos, yo, y mi hijo asesinado, que llevó en mi corazón como una presencia viva del dolor, somos el rostro de esas víctimas y de esos padres, hermanos e hijos que han visto morir a sus seres queridos injustamente y de manera impune.
En nombre de todos ellos, convertidos, para desgracia de lo humano, en hombres sagrados, lo recibimos como un gesto de amor y de solidaridad de un pueblo hermano que puede ayudarnos mucho en esta largo y doloroso camino que los mexicanos hemos emprendido por la paz, el consuelo y la justicia. México y Estados Unidos deben en este caso preferir el esfuerzo de la razón a la política del poder y de la guerra. Hay que elegir hoy entre hacer cosas humildes y eficaces o aceptar el crimen y la imbecilidad como regla de vida. Me parece que no es difícil la elección. Este esfuerzo que emprendimos con el Movimiento por una Paz con Justicia y Dignidad, y que pedimos al pueblo de Estados Unidos compartir y apoyar, es una prueba de amor y de confianza en lo mejor del hombre y de nosotros mismos. Es la prueba de que a pesar del horror y el miedo que quieren instalarnos, los ciudadanos aún nos sentimos lo suficientemente firmes para continuar buscando la paz, la justicia, la libertad y la democracia que nos están arrancando.
         Ciertamente el México de hoy, tan destruido y adolorido, no permite la esperanza. Pero el movimiento que estamos gestando y esta fuerza en la debilidad del dolor y del amor que nos une y nos convoca ilustran esa impotencia de la fuerza de la que alguna vez habló Napoleón con Fontanes: “A la larga, Fontanes, el espíritu termina siempre por vencer a la espada (…)”. “A la larga sí –como dijo alguna vez esa gran conciencia moral que fue Albert Camus al citar a Napoleón--. Pero después de todo, una buena regla de conducta es pensar que el espíritu libre siempre tiene razón y acaba siempre por triunfar, porque el día en que deje de tener razón será aquel en que la humanidad entera deje de tenerla y la historia de los hombres pierda su sentido”.

* Discurso pronunciado en San Francisco, California, al recibir el Premio de Derechos Humanos de Global Exchange.

Camino a Ciudad Juárez, de Marcela Salas Cassini

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Camino a Ciudad Juárez
Posted By marchela On junio 1, 2011 @ 3:07 In Reportajes | No Comments
México D.F. Con los ojos puestos en la Caravana por la Paz a Ciudad Juárez y la firma del Pacto Nacional por un México con Justicia y Dignidad que se realizará el próximo 10 de junio en la ciudad chihuahuense, se desencadenó un debate al interior del movimiento encabezado por el poeta y escritor Javier Sicilia entre quienes sostienen que es necesario dialogar con el gobierno federal, y quienes aseguran que con éste no debe de haber ninguna clase de interlocución. Lo notable es que el movimiento ha logrado articularse y caminar, con todo y las inevitables diferencias.
Julián Contreras, del Frente Popular Ciudadano de Ciudad Juárez, ha expresado el abierto rechazo de esta organización a entablar un diálogo con el gobierno. Luego de enumerar una larga lista de asesinatos y toda clase de abusos cometidos en la ciudad fronteriza, el activista asegura: “Es comprensible que después de  tres años de lucha por sacar a los militares de nuestra ciudad, las organizaciones de Ciudad Juárez le digan a México: con el gobierno ni pacto ni diálogo, a este gobierno hay que derrocarlo”.
Javier Sicilia, por su parte, destaca la importancia de dialogar para poner los puntos en claro con el gobierno, pero aclara que esto no necesariamente implica una negociación. “Vamos a detener un poco el diálogo (con Felipe Calderón) por la forma en que llegó a Ciudad Juárez. Fue lamentable la manera en que desplegó al ejército en un alarde militarista que no abona al diálogo. Pero la puerta sigue abierta, se trata de decirnos las cosas con mucha claridad”, dice el poeta.
Durante un foro organizado en la UNAM, Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada, y Carlos Fazio, colaborador del mismo diario, coincidieron en que al final de su administración, Felipe Calderón no cambiará su política militarista e incluso, adviertieron, podría fortalecerla con miras al proceso electoral de 2011.
La exigencia del regreso del ejército a los cuarteles también será un punto de debate camino a Ciudad Juárez, pero lo que no está a discusión es la urgencia de reconstruir el tejido social, coinciden todos.
La Caravana Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad saldrá de Cuernavaca el 4 de junio y se prevé que ese mismo día llegue al Distrito Federal, donde se realizará un acto en el Ángel de la Independencia. Después, el convoy pasará por Toluca y más tarde llegará a Morelia.
Para el domingo 5 de junio se tiene contemplada la ruta Morelia, Guadalajara, León, San Luis Potosí. El 6 de junio la caravana pasará por Zacatecas y pernoctará en Durango, desde donde saldrá hacia Torreón, Saltillo y Monterrey el martes 7 de junio.
El 8 de junio se prevé la ruta Torreón, Camargo y la ciudad de Chihuahua, desde donde el jueves 9 de junio el convoy partirá a Ciudad Juárez.
El día 10 de junio se tiene planeada la firma del Pacto Nacional por un México con Justicia y Dignidad en Ciudad Juárez, y el 11 de junio un acto en El Paso, Texas. Ese mismo día, la caravana iniciará su regreso.
Los organizadores de la caravana anunciaron que en todos los lugares que tiene previsto visitar se realizarán actos conmemorativos y se destacarán los seis ejes del pacto para construir un camino de paz con justicia y dignidad: promover la memoria activa, asumir un enfoque de seguridad ciudadana,  combatir la corrupción y la impunidad, atacar las finanzas del crimen, mejorar la democracia representativa y la recuperar el tejido social.

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